Ninfómana Soledad, allí apareces con tus pesadas cadenas,
allí apareces con todas esas emanaciones
que nos inundan de sensaciones...
Pesada Soledad allí estás de nuevo
con tu daga hiriente y espeluznante,
dolorosa como mil clavos,
urticante como mil cicatrices.
Burlona Soledad, allí te muestras con tu sonrrisa macabra
toda tu estupidez, toda tu ignorancia.
Incómoda Soledad, a quién te dispones a atacar
con tu veneno de fuego y tu lengua de ácido.
escupirme, vaciarme, idiotizarme, ignorarme, enajenarme, alienarme, embriagarme, extraviarme...
Ya todo eso lo has hecho antes...
Lúgubre Soledad, oscura como las tinieblas,
aquí estoy dispuesto a enfrentarte
dispuesto a doblegarte.
Luz de Lombardo, Daga de Longinus,
Buho de Atenea, Lanza de Quijote...