Un trago de Fuser, sobre dos rocas de Bohemía, con tres gotas de Utopía...

Agitado, no revuelto…

martes, 18 de diciembre de 2012

Insomnia N° 1: Una bebida de Martes



Una bebida de Martes no resulta incómoda
es una sorpresa debajo de una falda en un callejón oscuro
una moneda dando vueltas en una mesa sin ser cara ni ser sello
un boleto millonario que rueda por la cuneta a punto de ser festín de alcantarilla
solo una mirada o a penas un guiño de ojo
el olor de una cabellera impregnando el papel tapiz
quizás, la rematerialización de las cervezas extraviadas
pero lo mas que seguro, una botella que pierde su chapa y nada más...

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Despertar Número 6: Égida a Baco


Besos... Alados... Fosforescentes... De fucsia color,
que vuelen a aquellos parajes de su cuerpo
alumbrando la oscuridad de la habitación,
donde entre sombras se dejen ver
nuestras siluetas muy cerca una de la otra.

Aterricen en su cuerpo durmiente y silente de aprendiz de maga
todo un enjambre de besos alados, de patitas lujuriosas
y de fosforescente tecnicolor, que le tomen por completo
haciendo de su humanidad un lienzo de colores,
de su piel la máxima expresión de la lujuria;
para luego sucumbir en mis brazos rematerializados
haciendo de mi un paroxismo de temblores inquietantes,
manás de humedad cálida... Punzante placer.

Combinar nuestros cuerpos en un melodioso va y ven
a la espera del amanecer entre sábanas empapadas
del festín de sudor, vino, comida, fluido y semen...
Excelso altar para ofrendarte Baco... y sin tocarle siquiera.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Despertar Número 5: Suspenso


Por su causa tengo un signo de interrogación en mi mente,
uno de exclamación en el pecho y tres puntos suspensivos en los labios...

Y yo le digo que no todo en la vida puede ser responder interrogantes,
también se pueden calmar exclamaciones y saciar suspensos.

martes, 13 de noviembre de 2012

Despertar Número 4: Ubicuidad


Te hago de cuerpo dormida y de espíritu de escriba...

Yo puedo garabatear ahorita números, y luego juntar palabras y volver a los números, y al mismo tiempo enroscarme en tus rulos a dormir mientras que mi esclavo cuerpo saca el impuesto y me alimenta...

Lo llaman Ubicuidad...

viernes, 2 de noviembre de 2012

Despertar Número 3: Bajo las sábanas


La sábana nos cubre y encuentro tus labios
mis manos que se confunden entre tu ropa y la sabana
y es un sólo ir y venir de lenguas que se retuercen
y de dedos que se involucran y nos usurpan
en una danza silente y a cubierta de ojos de espíritus.

Y así el vaiven de danza inperfecta incongruentemente sublime
hasta que todo y nuestros pies bajo ella se hace un orgasmo...
y así quedar envueltos en las sombras
y que la oscuridad sea la sábana.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Despertar Número 2: Dejavú del recuerdo de un sueño


Hoy te encontré caminando por la playa, en éste vagar divagante de mis sueños.

Te hallé rezando al mar, conversando con las olas, comunicándote con los tuyos.

Sí sirena, te vi, con tus cabellos raudos silbando sobre tu cuerpo desnudo impregnado con la arena y apenas salvo a las miradas humanas.

Fuiste imagen de otro tiempo que al pasar entre semáforos y adoquines imprimiste en mi mente de forma inteligible el recuerdo aquel, dejavú de hoy, exorcismo de mañana.

Sirena en fuga entre callejuelas nocturnas, sirena vacilante bajo las luces del mediodía, sirena cobarde entre papiros de interruptus digitales.

Sólo sos un buen sueño, y un mal sueño, un sueño, un recuerdo de sueño velado, que mil veces se ha estrellado contra las mismas rocas de este mar de mi vida, de éste dejavú.

Y estabas allí a merced de mis manos, de mis labios, de las tonadas no tocadas en las cuerdas de tu cuerpo, e igual no hice falta, ni lo hiciste tú. Ya otro es mi lugar, ya otros son los suyos.

martes, 16 de octubre de 2012

Despertar (Número 1)


Hola...

Hoy desperté con varias preguntas:

Cómo sería encontrar tu espalda al despertar de este día... Avisorarla , descubrirla, avivarla con caricias.

Hoy me preguntaba en éste día cómo sería capturar tu pecho al vuelo... Y si nuestros pies sedientos se encontrasen y no resistiesen amarse bajo la sábana.

Qué ocurriría si de pronto nuestras miradas se encontrasen con los primeros rayos del sol de éste nuevo día... Si nuestros labios se unieran susurrantes, latentes, rezando un hijo nuestro.

P.D.: ¿Te fijas...? Para hacer el amor a los poetas no nos hace falta el cuerpo del otro ser, nos basta con ser leídos.

Dulce despertar.

Fuser.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Inspiración


Mujer...
abre tus alas... y vuela hacia mí
toma mi alma vuélvela semen
infecta tus entrañas con mi ser
recrea lo nuevo destruye lo viejo
da a luz el mañana y vence las sombras.

sábado, 25 de agosto de 2012

Piercing


Mi lengua se enreda al centro de tu cuerpo
escarbando horizontes y descubriendo noches
zigzagueante por la arboleda de tu vientre
en búsqueda de libar la fuente de tu éxtasis
al asalto de tus espasmos y gemidos
y coronar inundando tus entrañas con mi ser.

jueves, 9 de agosto de 2012

Espera


Teatros de butacas vacías en espera de la escena primera

Bares con música silente a un acorde de la presencia de la visitante

Botellas de vino acorchadas y sedientas de copas vacías brillantes y dispuestas

Aceras con rostros llenos de envidia que reclaman mirarte mientras tu cuerpo transita

Helados congelados que ansían rodar por tu cuerpo y derretirse sin medida

Vientos inmóviles deseando enredarse en tu cabello suelto y batiente

Transeúnte en espera de con quién el azar echó el resto con café y cigarros sobre la mesa

jueves, 26 de julio de 2012

Andando


Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos. Oh Maga, en cada mujer parecida a vos se agolpaba como un silencio ensordecedor, una pausa filosa y cristalina que acababa por derrumbarse tristemente, como un paraguas mojado que se cierra.

Julio Cortázar. Rayuela.

martes, 12 de junio de 2012

Sueño



Déjame soñar con tu pecho esta noche...
y producirle pesadillas a tu vientre en tu sueño.

Déjame soñar con tu pecho esta noche...
y crear cielos e infiernos batallando en tu piel en ése mi sueño.

Déjame soñar con tu pecho esta noche...
y te hallarás sin saberlo en el nirvana en éste mi sueño.

domingo, 3 de junio de 2012

Qué quiero.


Quiero dormir en tu pecho desnudo
una noche en que el frío nos congele
cuando el viento sople fuerte
y las estrellas nos cubran.

Quiero amarte como un niño
con su inocencia y candidez
sin lujuria ni arrebatos
sólo en la común unión
el compartir desde la esencia.

Quiero de pronto mirar al cielo y decir
-pasa estrella fugaz que quiero perdirte 
que ésta vez no se pierda el arcoiris:
que la próxima vez, sea tu rostro definitivo Utopía-.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Ríe


Quiero estar... entre tu pecho y tu alma
si me dejas, si no me temes...

Y vas a aprender que no todo en ésta vida son cosquillas
que hay algunas que no dan risa...

Quiero que tus risas no sean hilarantes
quiero que te lleven a un segundo de la muerte
y de pronto te devuelvan a la vida en un instante...

Si me dejas, si no temes a tu risa
esa risa de pocos segundos, será mía.

jueves, 3 de mayo de 2012

Mayo 02, 11 y 05 horas



El virtuoso no actúa.


El amable actúa sin interés propio; el justo actúa no desatendiendo su propio interés; el religioso actúa para reproducir su propio interés.


Si el Tao se pierde, queda la virtud; si la virtud se pierde queda la amabilidad; si la amabilidad se pierde, queda la justicia; si la justicia se pierde, queda la religión.


Las jerarquías bien establecidas no pueden desarraigarse fácilmente; las creencias firmes no pueden cambiarse fácilmente; por eso la religión permanece generación tras generación.


La religión es el fin de la virtud y la honestidad, el comienzo de la confusión; la Fé es una esperanza o miedo muy colorida, el origen de la estupidez.


El sabio actúa por conocimiento, no por esperanza; confía en el fruto, no en la flor; acepta lo que tiene, rechaza las promesas futuras.


Lao Tsé

jueves, 15 de marzo de 2012

Maldición de oficio


Soy el poeta maldito,
el que sabe que Tu Dios(a) se haya extinta
porque por los hombres fue asesinada,
aquel que transita la otra ruta,
el que siempre los salva y cura,
el que siempre muere en la hoguera
o de una Bruta puñalada.

Nunca quieras, mujer de patas en la tierra,
a un poeta maldito en tu cama o entre tus piernas,
porque siempre te hará el amor como si La Utopía fueras,
y luego te abandonará en tu lecho dejando un cascarón vacío de su cuerpo,
porque el no te hallará en sus vuelos al Etéreo o en sus huidas al Infierno.

Y créeme, tu desesperarás,
porque tendrías que ser Pintora
y alas a tu alma pintar
porque ése maldito ser te hará amarlo
aún cuando otro sólo te regale su silencio material.

Así que hazme el amor y calla tu vacío,
pero recuerda, que no me debes amar
dado que si llegas a amarme sin tu cuerpo abandonar
ya sabes el destino extinto que te ha de deparar:
porque tu no pintas sueños ni pesadillas,
porque tu no vas a volar
porque hace rato te habrías dado cuenta
de que El Hombre ha muerto ya.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Recuerdo futuro


Esa sonrisa dibujó la incandescencia
haciendo imposible maquinar proezas.

Restregándose en mi rostro curtido de bohemias.

Apareciendo en trazos elocuentes 
que quizás dejen testimonios de mis noches.

Sin saber si su poesía apunta a calvarios o alegrías,
cabriolas en el aire de oleajes descubiertas
que quizás pintaren el recuerdo de una futura ocurrencia.

viernes, 2 de marzo de 2012

La esfinge solo tenía tres preguntas...


La Esfinge se agazapó, y avanzó hacia el anciano soltando un rugido de satisfacción.
—Edipo, Rey de Tebas —le dijo al fin, como si el tiempo no hubiera pasado—, resuelve si puedes, desgraciado mortal, el enigma de la Esfinge sagrada: ¿quién eres tú?
Edipo se sonrió victorioso, y dando un paso hacia el monstruo voraz, dijo con voz entera:
—Yo, Edipo, el anciano, el que conoció todos los honores de la Tierra, el que amó la justicia por sobre todas las cosas, el que miró cara a cara a la Esfinge, el que venció a su padre en sí mismo para ser el Rey libre de los hombres y el amado de los dioses, yo, el justo, el sufriente, el piadoso, que amó a su madre hasta el paroxismo, que hizo de cada mujer su hija y hermana, que conoció el poder de este mundo y lo despreció por ideales más nobles como la soledad y la dolorosa memoria, yo, el que ahora vaga en la sombra de la vejez como un mísero mendigo que masculla el pan cotidiano de un verso o un divino pensamiento, yo, Edipo, soy Sófocles, el poeta de Atenas, el predilecto de Apolo.
La Esfinge se quedó inmóvil y en completo silencio con una zarpa alzada, como la fiera que espera detrás de los arbustos la ocasión para saltar sobre su presa, y luego de un momento de suspenso habló nuevamente con la entonación grave propia de una sibila:
—Edipo, Rey de Tebas, resuelve si puedes, desgraciado mortal, el enigma de la Esfinge sagrada: ¿quién es Antígona?
Edipo oyó el segundo enigma, y lo mismo que con el primero, no vaciló, pero su voz sonó esta vez conmovida, al borde del quebranto, y todo su viejo cuerpo se empequeñeció por la congoja:
—Antígona, luz verdadera de mis ojos, dispuesta a todos los sacrificios; la de ojos melíferos, la niña pensativa que crié en el palacio de Tebas y que un día habría de guiarme a través de las tinieblas de mi espíritu; la de las bellas palabras, la que ve más allá del mundo visible a través del velo sombrío de mi dolor...
Se detuvo e inclinó la cabeza; la Esfinge, entonces, avanzó un paso hacia Edipo, pero éste se repuso, y prosiguió diciendo con renovado ímpetu:
—Antígona, fruto imposible de un maridaje entre mi alma y mi sangre; cuerda tensa de lira que me infunde en silencio cada vibración de su pensar; único sostén de mi cuerpo agobiado en esta hora penúltima... Antígona... ¡Es el Arte!
El horizonte estaba coronado por un arco iris inmenso, y soplaba un viento frío que revolvía de un modo extraño la melena de la Esfinge, como si ésta hubiera comenzado a encolerizarse por la sabiduría de Edipo. Antígona permanecía en silencio, con las manos juntas sobre el pecho, emocionada por la reciente revelación.
La Esfinge torció su boca con furia, rugió sordamente, y avanzó hasta quedar a sólo un paso de Edipo.
—Edipo, Rey de Tebas —dijo una vez más—, resuelve si puedes, desgraciado mortal, el enigma de la Esfinge sagrada: ¿quién soy yo?
—¡Tú! —dijo Edipo sin hacerse esperar—, la bella Esfinge que devora a quien no desentraña los sagrados enigmas, y castiga con un destino de dolor a quien sí los desentraña creyendo que obtendrá una dicha inacabable; ¿quién puede resistirse a tu belleza? ¿quién puede escapar a tu celo feroz? Habitas en las cavernas del sueño y en las vastas praderas de la vigilia, acechando al hombre en cada pensamiento y en cada efusión de su voluntad; ruges, y nuestra sangre se alza, duermes, y nuestro cuerpo se impregna de un dulce sopor; te desperezas, y un niño sale del vientre de la madre a este mundo de peligros; das un zarpazo al aire, y un joven de un extremo del orbe, sano como un buey, se desploma inerte hasta el fondo de la tierra; tú, Esfinge, a quien tanto he amado, y a quien he maldecido en la hora del horror... ¡Tú eres la Vida misma!


Sófocles. Edipo Rey.

lunes, 20 de febrero de 2012

Tatuada


Entre claroscuros y colores tinta
tatuada
a calles descoloridas

siluetas sombras de aceras acalladas
tatuada
al doblar esquinas descoloridas

horas que ya no pasan en la torre
tatuada
en los calendarios de hojas descoloridas

columna que desmoronada descansa
 tatuada
al cemento de glifas descoloridas. 

jueves, 2 de febrero de 2012

Noches ninfómanas


... y llega la noche

...y en mi piel se acumulan los estragos de las noches ninfómanas
algunas de entregas azarosas y otras de búsquedas de apariencias incongruentes
que se van agregando ante los ojos escrutadores de las amantes vacilantes
o de los ojos de la prostitutas cómplices de los jueves nocturnos de las diez y tantas

...y en mi sudor se acumulan los aromas de las noches ninfómanas
algunos de olores de hartazgo y otros productos del astío
de las decisiones equívocas y de las acciones sin albedrío
que se va recogiendo cual exilir entre los reductos del recuerdo cual fontanas

... y llega el alba... y despierto... a mi pesadilla cotidiana de lo absurdo y lo extinto.

miércoles, 25 de enero de 2012

Carta de Mijail Bakunin a su hermano Pablo


París, 29 de marzo de 1845.
...Créeme, amigo, la vida es bella; ahora tengo pleno derecho a decir eso, porque he cesado hace mucho de mirarla a través de las construcciones teóricas y a no conocerla más que en la fantasía, porque he experimentado efectivamente muchas de sus amarguras, he sufrido mucho y he caído a menudo en la desesperación.
Yo amo, Pablo, amo apasionadamente: no sé si puedo ser amado como yo quisiera serlo, pero no desespero, -sé al menos que se tiene mucha simpatía hacia mí-; debo y quiero merecer el amor de aquella a quien amo, amándola religiosamente, es decir, activamente -está sometida a la más terrible y a la más infame esclavitud- y debo liberarla combatiendo a sus opresores y encendiendo en su corazón el sentimiento de su propia dignidad, suscitando en ella el amor y la necesidad de la libertad, los instintos de la rebeldía y de la independencia, recordándola a sí misma, al sentimiento de su fuerza y de sus derechos.
Amar es querer la libertad, la completa independencia del otro; -el primer acto del verdadero amor es la emancipación completa del objeto que se ama-; no se puede amar verdaderamente más que a un ser perfectamente libre, independiente, no sólo de todos los demás, sino aún y sobre todo de aquel de quien se es amado y a quien se ama.
He ahí mi profesión de fe política, social y religiosa, -he ahí el sentido íntimo, no sólo de mis actos y de mis tendencias políticas, sino también, en tanto que puedo, el de mi existencia particular e individual- porque el tiempo en que podrían ser separados esos dos géneros de acción está muy lejos de nosotros; ahora el hombre quiere la libertad en todas las acepciones y en todas las aplicaciones de esa palabra, o bien no la quiere de ningún modo.
Querer, al amar, la dependencia de aquel a quien se ama, es amar una cosa y no un ser humano, porque no se distingue el ser humano de la cosa más que por la libertad; y si el amor implicase también la dependencia, sería la cosa más peligrosa y la más infame del mundo, porque sería entonces una fuente inagotable de esclavitud y de embrutecimiento para la humanidad.
Todo lo que emancipa a los hombres, todo lo que, al hacerlos volver a sí mismos, suscita en ellos el principio de su vida propia, de su actividad original y realmente independiente, todo lo que les da la fuerza para ser ellos mismos es verdad; todo el resto es falso, liberticida, absurdo.
Emancipar al hombre, he ahí la única influencia legítima y bienhechora.
Abajo todos los dogmas religiosos y filosóficos -no son más que mentiras-; la verdad no es una tontería, sino un hecho, la vida misma es la comunidad de hombres libres e independientes, es la santa unidad del amor que brota de las profundidades misteriosas e infinitas de la libertad individual...