Un trago de Fuser, sobre dos rocas de Bohemía, con tres gotas de Utopía...

Agitado, no revuelto…

sábado, 31 de diciembre de 2011

El viaje


Bajo la lluvía que asalta adoquines
ella espera junto a las vías el tren que ha de llegar.

En la lejanía el tren que ha partido.

El que ha partido
amante de la bohemia y la noctua libertaria
llegará, quizás, a un nuevo lugar
de hora mediana, de rostros y transitares nuevos
de visitas extrañas y olores ajenos.

Bajo la lluvia que la asalta
ella decide no mirar 
su sufrimiento e inconformidad
que parte en la lejanía 
y espera el que porta nuevos rostros
donde, quizás, no se le pida tanto ni lo que ello implica.

A fin de cuentas
ambas ecuaciones, ambos trenes
indican re-novación.

lunes, 8 de agosto de 2011

Suicidio


Una aguja que cae en la ausencia sencillamente no suena...
Jamás lo haría, aún y cuando atento estés...
Y tampoco podrían verte, porque todos estamos ciegos, incluso tú.
Quizás nos sentiríamos, tal vez, pero éso sólo lo diría el azar...
Pero si tú ni yo escuchamos el suicidio de una aguja al caer, porque estamos sencillamente ciegos...
¿Cómo pretendes encontrar lo perfecto que buscas, si no sabes a donde llegar, y si es acaso que existe?
Ni tu ni yo lo sabemos, yo sólo busco una isla inalcanzable con la que soñó Tomás Moro llamada Utopía.

jueves, 3 de marzo de 2011

Teología


En definitiva: Dios no existe
porque si existiese, de seguro tendría el sabor
y el olor exactos de tu vagina
danzando al compás de mi lengua erecta.

viernes, 14 de enero de 2011

De estrellas y olvidos


Es algo muy serio rechazar una estrella, un idiota de seguro ni se daría de cuentas.

Es tan perjudicial, como perderse el atardecer embotellado en el tráfico, o la brisa acariciando los chaguaramos en la madrugada de los amantes.

Es algo tan serio, como no leer el poema aquel, no entender la sonrisa aquella y no volver a sentir ése abrazo, hijo del orgasmo nacido del amar.

Pero es que es tan serio, como el arcoiris, que ya no se posa en ésta ciudad de ilusos, porque sencillamente se han negado a soñar.

Como el espectáculo del pecho de la madre, como dos abuelos tomados de la mano en la calle.

Por eso, devuélveme la rosa blanca que dejé a tu cuido, y yo regresaré todo lo que dejé en el olvido.

Regresa, a todas las utopías que aún aguardan en su nido; y yo, olvidaré el pecado que hemos cometido.

sábado, 8 de enero de 2011

Frente a un recuerdo



Pareciera que estoy viejo, y llega a mis oídos las voces que lo cantan, yo me siento en mis quince o en mis veinte, y aún cuando me leas ya contando cenizas estaré ardiendo, nazco cada vez que abro mis ojos y muero cada vez que los cierro, soy llama que arde cuando los otros son solo estiércol.

Pararse en un recuerdo frente a otro recuerdo, misma hora mismo viento.