Un trago de Fuser, sobre dos rocas de Bohemía, con tres gotas de Utopía...

Agitado, no revuelto…

martes, 14 de diciembre de 2010

Una invitación



Existen momentos en los cuales
sin necesidad de luces incandecentes
ni sobrevuelos de meteoros
pueden agitarse las sensibilidades
de aquellos animalitos de Mauricio Babilonia
que de vez en cuando aletean...


Una pagina electrónica en el momento justo puede echar a volar a las amarillas compañeras:


Capítulo 7


Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua. (Cortazar. Rayuela).


Me imaginé tu cabellera agitada por el viento, una mariposa enredada en ella, y una noche tormentosa de luz de luna... Así soy...

miércoles, 11 de agosto de 2010

De mi paladar


A veces me provoca comer cosas,

sobre todo dulces sobre superficies inusuales...
helado en el cuenco de los senos de una mujer...
miel en una espalda femenina...



Algunas veces se me antoja combinar sabores:


vino y sudor es un ejemplo.



Otras ir más allá en mis predilecciones,


beber de su elixir mientras aprisiono sus piernas a mi cuello
y su cuerpo se descalabra en una danza endemoniada sobre las sábanas


mientras disfruto todos los sabores de su extasis.


¿Qué te provoca a tí?

viernes, 16 de julio de 2010

Esguince


Lluvia incesante de encuentros inesperados

Escenas de épocas remotas en el technicolor característico de mi mente

Arrebatos de brazos y de cuerpos mojados

Sonido incesante - Reguetón acallado
(vuelta a la normalidad)

2tone se hace presente en acordes conocidos por transeúnte.

Peldaño de caída castrante.


Mi maldita pregunta en esta madrugada de fantasmas insomnes es:

¿Qué hace separarme de mis hermanos humanos,
nefastos o no, creídos o no, envidiosos o no, perdedores o no, mentirosos o no, blasfemos o no,
herejes o no, imbéciles o no, embarcadores o no, pasados o futuros o no, para sumergirme en esta suerte de trasvestis de mil cabezas y mil recuerdos?

Al perecer sólo tres cosas: tres ligamentos, tres almohadas tres semanas por venir.


¿Además de las páginas repasadas y vueltas a repasar de mis inconclusos pasos

ese azar doquieriano de los desatinos de mis caídas cotidianas

sobre qué vuelta o revuelta de lo devenires porvenires de los mares informes

me invitará a especular?

jueves, 22 de abril de 2010

Pulsión incongruente

sin tocarte...

veo a través de los ojos de las luces hirientes

leo en las gotas náufragas de la lluvia

huelo en los almizcles de sábanas de hojas de los otoños
que de vez en vez salen de mi mente

rio de las muertes de cada día de miles de hormigas atropelladas
en la autopista

ruido de vidrios que salen de mi alma, quiero romperlo todo...


y no te toco...

no son senos... no quiero que lo sean...

no son cuerpos... no quiero que lo sean...

no son melenas... ni cafés... ni cigarrillos...

ni estandartes... ni luchas...

ni ideales... ni quimeras...

ni madres... ni utopías...


y no logro tocarte...

y tu puedes jadear...

puedes ladrar...

puedes drogarte...

puedes suicidarte...


y si llego a tocarte...

solo me quedarán incongruencias con qué contestarte.