el que sabe que Tu Dios(a) se haya extinta
porque por los hombres fue asesinada,
aquel que transita la otra ruta,
el que siempre los salva y cura,
el que siempre muere en la hoguera
o de una Bruta puñalada.
Nunca quieras, mujer de patas en la tierra,
a un poeta maldito en tu cama o entre tus piernas,
porque siempre te hará el amor como si La Utopía fueras,
y luego te abandonará en tu lecho dejando un cascarón vacío de su cuerpo,
porque el no te hallará en sus vuelos al Etéreo o en sus huidas al Infierno.
Y créeme, tu desesperarás,
porque tendrías que ser Pintora
y alas a tu alma pintar
porque ése maldito ser te hará amarlo
aún cuando otro sólo te regale su silencio material.
Así que hazme el amor y calla tu vacío,
pero recuerda, que no me debes amar
dado que si llegas a amarme sin tu cuerpo abandonar
ya sabes el destino extinto que te ha de deparar:
porque tu no pintas sueños ni pesadillas,
porque tu no vas a volar
porque hace rato te habrías dado cuenta
de que El Hombre ha muerto ya.
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