Un trago de Fuser, sobre dos rocas de Bohemía, con tres gotas de Utopía...

Agitado, no revuelto…

jueves, 15 de marzo de 2012

Maldición de oficio


Soy el poeta maldito,
el que sabe que Tu Dios(a) se haya extinta
porque por los hombres fue asesinada,
aquel que transita la otra ruta,
el que siempre los salva y cura,
el que siempre muere en la hoguera
o de una Bruta puñalada.

Nunca quieras, mujer de patas en la tierra,
a un poeta maldito en tu cama o entre tus piernas,
porque siempre te hará el amor como si La Utopía fueras,
y luego te abandonará en tu lecho dejando un cascarón vacío de su cuerpo,
porque el no te hallará en sus vuelos al Etéreo o en sus huidas al Infierno.

Y créeme, tu desesperarás,
porque tendrías que ser Pintora
y alas a tu alma pintar
porque ése maldito ser te hará amarlo
aún cuando otro sólo te regale su silencio material.

Así que hazme el amor y calla tu vacío,
pero recuerda, que no me debes amar
dado que si llegas a amarme sin tu cuerpo abandonar
ya sabes el destino extinto que te ha de deparar:
porque tu no pintas sueños ni pesadillas,
porque tu no vas a volar
porque hace rato te habrías dado cuenta
de que El Hombre ha muerto ya.

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