
y los día se suceden en su vertiginosa carrera,
buscando fundirse con el infinito.
Tus ojos aparecen y desaparecen
tras un velo de misterio
marcando el paso del añero
haciendo avanzar lenta y precipitadamente al siglondero...
Nuestro espacio-tiempo es otro...
de nuevos engranajes que capten la sensibilidad de tu olor,
de nuevos ejes que pongan a saltar tus risas,
de nuevas agujas que hagan avanzar las horas de tus piernas
hacia lo más escabroso de mi oleaje.
Porque es así mujer,
hoy a los veintitrés pasos del junio
de este movido y escabroso año.
Hoy más de 23 miradas,
hoy más de 23 líneas,
hoy más de 23 latidos,
hoy más de 23 sueños,
hoy más de 23 caricias,
hoy más de 23 cafés,
hoy más de 23 ausencias,
hoy más de 23 presencias...