A veces me provoca comer cosas,
helado en el cuenco de los senos de una mujer...
miel en una espalda femenina...
vino y sudor es un ejemplo.
Otras ir más allá en mis predilecciones,
beber de su elixir mientras aprisiono sus piernas a mi cuello
y su cuerpo se descalabra en una danza endemoniada sobre las sábanas
mientras disfruto todos los sabores de su extasis.